El 12 de septiembre llega a los cines Jone, A veces, la ópera prima de la directora bilbaína Sara Fantova. Una película que es a la vez íntima y universal, que nos habla del primer amor, de la familia, de la enfermedad y de esos momentos de la adolescencia en los que la vida empieza a doler y a brillar al mismo tiempo.
La historia se sitúa durante la Semana Grande de Bilbao, un escenario de fiesta y vitalidad que contrasta con lo que ocurre en el interior de Jone, la protagonista. Mientras vive el torbellino de emociones de esa edad, empieza a descubrir su orientación sexual a través de Olga, una chica con la que surge una complicidad especial. Es un relato de primeras veces que te hará retroceder varios años en tus recuerdos.
Pero en casa la realidad es otra. Su padre padece Parkinson, y el impacto de la enfermedad marca el día a día familiar. La fragilidad, la incertidumbre y la necesidad de cuidar irrumpen en su vida con la misma fuerza que el amor. Jone, A veces se convierte así en un retrato honesto de lo que significa crecer: aprender que la vida mezcla dulzura y dolor, deseo y miedo, futuro y pérdida.
La película muestra una historia LGTB sin artificios, con naturalidad y verdad. No hay gestos grandilocuentes, sino una narración que nos recuerda que las familias y las identidades son diversas, y que el amor puede aparecer en medio del caos. Es también un relato sobre el hogar, los vínculos con los padres y el legado emocional que nos define, incluso cuando todo cambia.
El reconocimiento no se ha hecho esperar. Jone, A veces recibió el premio Un impulso colectivo en el Festival D’A de Barcelona, una mención especial a la dirección en el Festival de Málaga y el galardón a Mejor Película en el Atlántida Film Fest. Todo apunta a que esta historia, contada con delicadeza y firmeza, seguirá viajando y emocionando.
El cine, cuando se hace con tanta honestidad, nos recuerda que no estamos solas. Jone, A veces llega para eso: para que cada espectadora se encuentre, aunque sea por un instante, en la mirada de Jone.