En 2016, en los Juegos de Río, se creó por primera vez el equipo Olímpico de Refugiados, para permitir así que los deportistas de élite pudieran competir a pesar de no poder representar a sus países de origen por su condición de refugiados.
Es el caso de la boxeadora Cindy Winner Djankeu Ngamba. A los 11 años dejó Camerún junto a su padre, sin su madre. Fue difícil tener que estar lejos de ella, aprender un nuevo idioma en Reino Unido, y sufrir acoso escolar durante años. Salir del armario como lesbiana tampoco fue fácil. No puede volver a Camerún ya que en su país la homosexualidad está penada.
“La razón por la que soy refugiada es por mi sexualidad. En mi país es ilegal ser gay, así que si me devolvían podían haberme encarcelado”, explicó al programa Refugees Voice de Eurosport.
En el boxeo encontró una tabla de salvación. Comenzó en el equipo juvenil de su barrio, ganó 3 títulos nacionales, una medalla de oro internacional y una de bronce en los Juegos Olímpicos de París, siendo ésta la primera medalla que gana el equipo de los refugiados, que lleva ya 3 campeonatos olímpicos.
Cindy entrena con el equipo de Reino Unido pero no puede competir junto a ellos porque no tiene pasaporte inglés. “Quiero decirles a los refugiados de todo el mundo que sigan trabajando duro, que sigan esforzándose y que podrán lograr cualquier cosa”.
Hace unas semanas os contamos que la hija de Paul Biya, presidente de Camerún, que lleva 40 años en el poder, salió del armario como lesbiana publicando una foto en la que besaba a su novia. Y aunque vive en el extranjero, corre el riesgo de poder encarcelada ya que los grupos más conservadores han enfurecido con lo que describen como una provocación inmoral.
