Entrevistamos a Marilina Bertoldi, “la guerrera del rock”

Marilina Bertoldi es ya una grande de la música. De forma autodidacta, aprendió de pequeña a tocar la guitarra, el piano. Compone, canta. A presente ya tiene en su haber el Gardel de Oro, -segunda mujer, tras Mercedes Sosa, en haberlo ganado- además de muchos otros premios y nominaciones en los Gardel y los Grammy. 

Este invierno europeo, verano argentino, ha triunfado en el Luna Park, en el Estadio Obras, en el Niceto Club de su país natal, con la presentación de su nuevo e interesante disco, Mojigata. Se lo ha traído también a España, donde nos ha dado el gusto de verla en Valencia, Madrid y Barcelona, y hemos tenido la suerte de poder entrevistarla:

Marilina, yo personalmente estoy muy agradecida por tu papel en el feminismo. Has dicho cosas alto y claro como nadie. “Ustedes se votaban entre ustedes, no nos veían como pares”. Le dijiste eso a los hombres de la industria de la música el día que recogiste el Premio Gardel de Oro, dejando bien claro que la cosa de ser la segunda mujer en ganarlo no se debía a falta de talento en las mujeres. Si no que al techo de cristal. ¿Cómo te has sentido en ese lugar de reivindicación? 

M: Siempre fui bastante bocona y siempre tuve consecuencias, por eso, esta vez tuvo la diferencia de que fue
bastante más masivo. En un momento me tuve que replantear un poco en qué peleas meterme y en cuáles
mejor hacer comentarios en privado. Porque la represalia de la gente que no estaba de acuerdo conmigo se volvió no sólo incontrolable sino muy injusta. 

El aborto en Argentina ha sido un hito en la historia en todo el mundo. En mi opinión ha llegado tarde, pero al menos ha llegado. Cómo lo has vivido tú como argentina. 
M: Se festejó, lo celebramos. Son logros importantes que se consiguieron en conjunto.

“Este año ha ganado una lesbiana”. Es otra de tus frases al recoger el Premio Gardel. Frase reivindicativa y valiente. Nosotras que somos defensoras de la visibilidad lésbica lo celebramos con orgullo. Posiblemente tus palabras llegaron a las lesbianas de los rincones recónditos de todo el mundo ¿Cómo has vivido tu activismo lésbico? 
M: No soy activista lésbica. Soy una artista que es lesbiana en un ambiente donde sólo hay hombres. Creo que “activista” es una palabra que me queda muy grande y sería faltarle el respeto a tantas personas que dedican su vida a logros de los que todos nos beneficiamos.

Amuleto es una de tus novedades más frescas, divertidas y muy les. ¿Cómo fue grabar con la que algunos
dirían que es tu alter ego chileno?

M: Javiera (Mena)es un amor, es muy cálida, y en un buen sentido, inocente. Tiene esa inocencia linda de las personas que conservan su niño interno intacto. Fue puro gusto hacer todo lo que hicimos juntas. Fue tan lindo que cuando vino a filmar el video y nos conocimos, compusimos otras cosas que ojalá algún día saquemos. Hacemos buena dupla.

Tu hermana también es música. Tú compones y tocas de siempre, con tu banda, por tu cuenta. ¿Es de
familia? ¿Cómo llegó la música hasta ti?

M: Fue por nuestra abuela Potota y su papá, nuestro bisabuelo Pedro. Ambos músicos, directores de coro y
pianistas. Trajeron de Italia los genes y con el cariño inmenso de nuestra abuela Potota nos dio la música como un juego y refugio. Fue el mejor regalo que me dieron en la vida.

¿Qué cambios te gustaría ver en el mundo de la música en la próxima década?
M: Quiero que cambie completamente, tanto que ni siquiera lo puedo visualizar. Creo que el mundo en general es demasiado cis heterosexual. Está todo muy pactado y normado. El mundo tal y como es aburrido, a menos que encuentres tu burbuja. Me gustaría que el mundo cambie y el mundo de la música sea un reflejo de eso.

¿El rock tiene que cambiar? 
M: No sé si la palabra es “tiene” que cambiar. Creo que “si quiere sobrevivir” tiene que hacerlo. Mutar, evolucionar, dejar morir partes de uno, son parte de estar vivo. Hay que perder para ganar. Queramos o no el rock ya está vivo en otras formas. Artistas pop irreverentes que rompen reglas, eso es rock. Artistas de cumbia (o música tropical) que hablan de sus vidas en los márgenes y espantan a las clases medias y altas, eso es rock. El rock es no querer gustar. Es decir sin importar las consecuencias. Eso nunca va a morir, es parte del gen humano. Y personalmente, quienes lo tienen son mis artistas favoritos.

Has llegado a los Grammy, has ganado el Gardel. ¿Te queda algún área o algún sueño por cumplir dentro del universo de la música?
M: Hago música desde chica a modo de terapia, es tan necesario como respirar para mí. Que en este momento de mi vida me paguen por hacerlo es de las cosas más ridículas que jamás imaginé. Como deseo que me sigan pagando por hacerlo, sería increíble jaja. Si en algún momento esto termina, lo voy a seguir haciendo, sólo que con otro trabajo para sobrevivir. Simple.

Has hablado de la trampa actual de la diversidad. De que la gente de siempre, la que capitaliza, la que tiene el poder, es ahora la que juega a ser la diversa, pero en realidad sigue habiendo los mismos juegos de poder y la misma intolerancia. Cuéntanos un poco sobre eso. ¿Dónde está la diversidad real?  
M: En los mismos lugares de siempre, eso no cambió. Creo que en esta época las grandes victorias fueron para la cis heterosexualidad, que perdió algo de su rigidez. Me alegra mucho que haya sucedido, era necesario y ayuda a que no se espanten tanto con nuestras realidades. Aún así el resto sigue igual.

 

Comparte este artículo

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Scroll al inicio